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Como ya sabes, la personalización se ha vuelto clave en los procesos empresariales en los últimos tiempos.
Por tanto, las empresas están tratando de poner toda su atención en la orientación al cliente y en los beneficios que esta aporta.
Pues gracias a esta, es posible conocer al completo los productos y servicios ofrecidos y tener la capacidad y hacerlos propios para cada cliente.
En primer lugar, queremos aclarar contigo el concepto de orientación al cliente.
Pues necesitamos partir de una base para que puedas seguir leyendo lo que te vamos a contar, ubicando todo en su sitio.
Por eso, hemos de decir que entendemos la orientación al cliente como una actitud de mejora de la experiencia del cliente (válgase la redundancia).
En otras palabras, según la nueva perspectiva, la organización tiene que identificar lo que el usuario necesita y satisfacer estas necesidades.
Pero son muchas las variables de las que esta depende.
Por ejemplo: la fidelización de clientes o las habilidades sociales.
Entonces, ¿cuándo podemos hablar de que una empresa tiene una clara orientación al cliente?
Pues esto se da si: se es consciente de las características de los productos y servicios que se ofrecen.
Además, la empresa también tiene que saber identificar y solventar las necesidades de los clientes, como te decíamos.
Y por supuesto, has de hacer que tus clientes o usuarios tengan en cuenta en todo momento las ventajas de las que pueden disponer a través de estos.
En este sentido, te diremos que la orientación al cliente tiene, como todo, una base sobre la cual parte.
En primer lugar, se basa en la accesibilidad que la empresa optimiza de cara a los clientes.
En segundo lugar, la actuación para con los clientes, incluida la solución a conflictos con estos.
En tercer lugar, amabilidad, el buen trato y empatía en la atención al cliente que presta como servicio.
En cuarto lugar, destacaremos la coherencia que ha de tener en todas y cada una de las acciones que realiza.
Y finalmente, la rapidez y eficiencia que muestra en los procesos.
En este aspecto, la idea es resaltar que la orientación al cliente es lo suficientemente relevante para la empresa como para elaborar una estrategia.
Así que, lo primero que tienes que hacer es establecer un plan de acción sobre el que trabajar.
Por supuesto, con todos los puntos a tratar en este.
Es decir, un análisis DAFO, del público objetivo, etc.
Además de elaborar este plan, tendrás que hacer partícipe a todo el equipo empresarial; desde los puestos menos especializados hasta los que más.
No obstante, aquí hemos de puntualizar la necesidad de crear un clima de trabajo adecuado para impulsar la eficiencia y productividad.
Sin embargo, no basta con estas pautas, sino que has de trazar todo un entramado dentro de la estrategia que contemple la recompensa.
Y es que, la orientación al cliente se ha de convertir un objetivo como el que más.
Por eso, has de recompensar a tus empleados por cumplir este objetivo tan esencial.
Finalmente, la formación de tus empleados representa un antes y un después en el éxito de tu estrategia de orientación al cliente.
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Es hora de compartirlo con quien tú quieras.
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¡Nos vemos en el próximo post!
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